jueves, 7 de mayo de 2020

Breves reflexiones sobre el Registro Nacional de Cáncer en México


Publicado originalmente en LinkedIn el 17/02/20, Liga

En México, el primer registro de casos de Cáncer formal tiene más de 25 años, con las herramientas disponibles en ese momento, con las limitaciones del conocimiento metodológico y pocas referencias a nivel Latinoamérica, pero con una intención clara de documentar tantos casos como fuera posible; acotando esto al hecho de que se dio inicio dentro del Instituto Nacional de Cancerología y que las herramientas electrónicas disponibles se limitaban al uso de hojas de cálculo muy básicas y a la falta de infraestructura que permitiera la transferencia óptima de grandes cantidades de datos se podría decir que el esfuerzo bien valió la pena para sentar las bases de a forma en que se debía de capturar la información en nuestro país.

Ya en el 2015, la administración federal solicitó que se llevara a cabo un proyecto para crear una propuesta para la implementación de un Plan Nacional para la Prevención y Atención del Cáncer. A partir de ahí se empiezan a generar grupos de trabajo y a definir objetivos específicos, pero uno de ellos parte de una premisa clave: Para poder establecer un plan accionable es necesario contar con información estadística representativa de la incidencia y tratamiento del Cáncer en México a nivel nacional y con representatividad de las principales instituciones de salud en el país.

Por que, cabe recordar que la dispersión de los mecanismos para la atención en el sector salud en México hace que convivan dentro del sector un número elevado de subsistemas que proporcionan atención con criterios muy diversos.
Habiendo establecido esto, un tema relevante es la creación de un Registro Nacional de Pacientes Oncológicos (o, como se prefiera llamar); este deberá de contar con una metodología homologada de captura, tener parámetros de control y validación de la información que lo alimenta, cortes estadísticos que permitan segmentar y agrupar la información para los análisis específicos (demográficos, incidencia, etc.). 

En resumen, debe de ser un sistema complejo y completo que permita no solo la captación sistemática de datos, sino una programación de los cortes analíticos que permitan la toma estratégica de decisiones en la materia.

La buena noticia, es que en diciembre de 2016 se voto en la Cámara de Diputados la ley que da vida al Registro Nacional de Neoplasias Malignas; a este logro se suma la aprobación del Senado en abril de 2017 y con ello la aprobación de un presupuesto de 35 millones de pesos para consolidar los avances del registro que hasta ese momento se tenían (v.g. el registro de pacientes iniciado en Mérida unos años antes). El riesgo está, en que la continuidad se vuelve un tema clave para asegurar que se lleven a cabo la integración de más ciudades hasta construir un registro nacional de base y robustez estadística que permita llevar a cabo la implementación de un Plan Nacional de Cáncer.

La nueva administración Federal ha hecho hincapié en la intención de contar con un sistema de salud único y que conjunte los servicios de salud de todas las instituciones que hoy prestan dichos servicios. 

Esto representa un gran momento para que esta administración retome un tema tan importante y lo incluya en el proceso de discusión de los mecanismos para la atención interinstitucional de padecimientos de alto impacto, en salud y financiero.

La oferta de terapias blanco, tratamientos biotecnológicos y, particularmente, herramientas de diagnóstico específico y los marcadores moleculares de los tejidos afectados por enfermedades como el Cáncer permitirán la selección del tratamiento óptimo, en el momento adecuado para los pacientes. 

Esto representa que el paciente puede recibir el tratamiento específico con resultado en salud esperados, que el sector salud pueda realizar una selección racionalizada del tratamiento que resulte en un mejor uso de los recursos financieros al evitar el uso de opciones terapéuticas no viables o innecesarias y, en algunos casos, por el uso reducido de terapias o medicamentos asociados a los efectos adversos por el uso de estos.

Luego, el Registro Nacional de Pacientes Oncológicos no es una herramienta referencial; es una que permite la toma de decisiones para más pacientes, dándole al sistema de salud la oportunidad de otorgar opciones de tratamiento adecuadas, en tiempo y forma a sus beneficiarios.

Posteriormente, haré un breve análisis de los Ejes de un Plan Nacional de Prevención y Atención al Cáncer...

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