Publicado originalmente en LinkedIn el 17/02/20, Liga
En México,
el primer registro de casos de Cáncer formal tiene más de 25 años, con las
herramientas disponibles en ese momento, con las limitaciones del conocimiento metodológico
y pocas referencias a nivel Latinoamérica, pero con una intención clara de
documentar tantos casos como fuera posible; acotando esto al hecho de que se
dio inicio dentro del Instituto Nacional de Cancerología y que las herramientas
electrónicas disponibles se limitaban al uso de hojas de cálculo muy básicas y
a la falta de infraestructura que permitiera la transferencia óptima de grandes
cantidades de datos se podría decir que el esfuerzo bien valió la pena para sentar
las bases de a forma en que se debía de capturar la información en nuestro
país.
Ya en el
2015, la administración federal solicitó que se llevara a cabo un proyecto para
crear una propuesta para la implementación de un Plan Nacional para la
Prevención y Atención del Cáncer. A partir de ahí se empiezan a generar grupos
de trabajo y a definir objetivos específicos, pero uno de ellos parte de una
premisa clave: Para poder establecer un plan accionable es necesario contar con
información estadística representativa de la incidencia y tratamiento del
Cáncer en México a nivel nacional y con representatividad de las principales
instituciones de salud en el país.
Por que,
cabe recordar que la dispersión de los mecanismos para la atención en el sector
salud en México hace que convivan dentro del sector un número elevado de
subsistemas que proporcionan atención con criterios muy diversos.
Habiendo
establecido esto, un tema relevante es la creación de un Registro Nacional de
Pacientes Oncológicos (o, como se prefiera llamar); este deberá de contar con
una metodología homologada de captura, tener parámetros de control y validación
de la información que lo alimenta, cortes estadísticos que permitan segmentar y
agrupar la información para los análisis específicos (demográficos, incidencia,
etc.).
En resumen, debe de ser un sistema complejo y completo que permita no
solo la captación sistemática de datos, sino una programación de los cortes
analíticos que permitan la toma estratégica de decisiones en la materia.
La buena
noticia, es que en diciembre de 2016 se voto en la Cámara de Diputados la ley
que da vida al Registro Nacional de Neoplasias Malignas; a este logro se suma
la aprobación del Senado en abril de 2017 y con ello la aprobación de un
presupuesto de 35 millones de pesos para consolidar los avances del registro
que hasta ese momento se tenían (v.g. el registro de pacientes iniciado en
Mérida unos años antes). El riesgo está, en que la continuidad se vuelve un
tema clave para asegurar que se lleven a cabo la integración de más ciudades
hasta construir un registro nacional de base y robustez estadística que permita
llevar a cabo la implementación de un Plan Nacional de Cáncer.
La nueva
administración Federal ha hecho hincapié en la intención de contar con un
sistema de salud único y que conjunte los servicios de salud de todas las
instituciones que hoy prestan dichos servicios.
Esto representa un gran momento
para que esta administración retome un tema tan importante y lo incluya en el
proceso de discusión de los mecanismos para la atención interinstitucional de padecimientos
de alto impacto, en salud y financiero.
La oferta
de terapias blanco, tratamientos biotecnológicos y, particularmente,
herramientas de diagnóstico específico y los marcadores moleculares de los
tejidos afectados por enfermedades como el Cáncer permitirán la selección del
tratamiento óptimo, en el momento adecuado para los pacientes.
Esto representa
que el paciente puede recibir el tratamiento específico con resultado en salud esperados,
que el sector salud pueda realizar una selección racionalizada del tratamiento
que resulte en un mejor uso de los recursos financieros al evitar el uso de
opciones terapéuticas no viables o innecesarias y, en algunos casos, por el uso
reducido de terapias o medicamentos asociados a los efectos adversos por el uso
de estos.
Luego,
el Registro Nacional de Pacientes Oncológicos no es una herramienta referencial;
es una que permite la toma de decisiones para más pacientes,
dándole al sistema de salud la oportunidad de otorgar opciones de tratamiento
adecuadas, en tiempo y forma a sus beneficiarios.
Posteriormente,
haré un breve análisis de los Ejes de un Plan Nacional de Prevención y Atención
al Cáncer...
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